→ Entornos de aprendizaje inclusivos

Introduction to the Module

Este módulo le informará sobre las mejores maneras de mejorar el rendimiento de sus estudiantes creando entornos de aprendizaje inclusivos. Hablaremos sobre lo que significa la inclusión, cómo evaluar la necesidad de ella en su aula y, en consecuencia, cómo delinear pasos prácticos para crearla. Reflexionaremos sobre el rol del educador, el uso de un lenguaje inclusivo y la creación de espacios seguros. También recibirá consejos sobre cómo hacer que sus materiales de enseñanza y aprendizaje sean más inclusivos.

Aunque el enfoque de esta formación está en los estudiantes y el personal LGBTQIA+, los entornos de aprendizaje inclusivos que están bien diseñados deben ser inclusivos para todos, por lo que los principios que se discuten aquí también se aplican de manera más general.


1. Definición de Inclusión
Como se discutió en el capítulo anterior, factores como el origen racial, étnico y religioso de las personas, su género y expresión de género, su sexualidad, edad, etc., a menudo influyen en cómo los sistemas (educativos) los tratan. Un entorno de aprendizaje donde todos los estudiantes tengan igual acceso a las oportunidades educativas y se sientan igualmente seguros y valorados es el entorno inclusivo que como educadores debemos esforzarnos por lograr.

Crear un entorno como este no es tarea fácil: requiere atención, intención y coherencia, manteniendo una postura proactiva contra la discriminación, los estereotipos y las actitudes negativas, mientras las mentes de los educadores están constantemente ocupadas con un millón de otras cosas. Aquí es donde entra este módulo: El objetivo es desglosar la tarea difícil y abstracta en pasos más pequeños y concretos que puedas dar para hacer que tu aula sea más inclusiva.

Para encontrar nuestro camino a través de la multitud de estrategias, dividámoslas en cuatro categorías amplias:
  1. Conocer y comprender a cada estudiante como un individuo;
  2. Crear espacios más seguros dentro y fuera del aula;
  3. Diversificar los materiales de enseñanza y aprendizaje;
  4. Auto-reflexión y trabajo para convertirse en un mejor aliado.
1.1 Lo que la inclusión NO es.
Pero antes de comenzar, reflexionemos un poco más sobre lo que significa la inclusión. De manera general, es un enfoque al problema de la exclusión social que se ilustra mejor comparándolo con otros dos enfoques conceptualmente obsoletos que abordan el mismo problema: asimilación e integración. La principal diferencia entre los tres es quién o qué se considera responsable de eliminar la exclusión social.

Los modelos de asimilación e integración se basan en la suposición de que hay algo incorrecto en el individuo que tiene dificultades para encajar, y que este "algo" debe ser corregido o disimulado. Ambos enfoques requieren cierto grado de renuncia a la identidad propia, siendo la asimilación la que exige que el individuo renuncie por completo a su identidad, adoptando una que se considere más "aceptable" en un contexto determinado, mientras que la integración espera que el individuo cambie y/o disimule ciertos aspectos de ella.



Mientras que los modelos de asimilación e integración hacen que el individuo sea responsable de cambiar y adaptarse al sistema existente, la inclusión considera que es el sistema el que debe adaptarse a sus miembros. La idea fundamental es que todos los estudiantes son diferentes, y que estas diferencias no deben eliminarse, ocultarse o minimizarse, sino que deben ser aceptadas y tenidas en cuenta para satisfacer las necesidades de cada individuo y permitir su participación sin separarlos ni diferenciarlos. Se crean políticas, oportunidades y espacios que eliminan barreras, desigualdad y discriminación, permitiendo que todos alcancen su máximo potencial. En otras palabras, el sistema mismo, el entorno de aprendizaje, se transforma y se extiende para incluir a todos.



1.2 Formas de entender la inclusión
Suena genial, y en efecto lo es, pero la idea de inclusión no es tan sencilla ni libre de contradicciones como podría parecer a simple vista. Hablar de exclusión social nos obliga inevitablemente a asumir una cierta "normalidad" y una "desviación" de esa normalidad. En otras palabras, nos guste o no, asumimos que existen estudiantes “normales” y aquellos que se desvían de esta “norma” de una u otra manera: ya sea por una discapacidad, un color de piel diferente, un género distinto, una sexualidad distinta, y así sucesivamente. La inclusión puede entenderse como normalizando en el sentido de repensar críticamente nuestra comprensión de la “norma” y moldearla de tal manera que los grupos marginados sean incluidos, y su participación sin barreras y no discriminatoria en esta “norma” sea posible.

Sin embargo, existe el peligro de caer en una de dos trampas cuando tratamos el concepto de "norma" y "diferencia". Podemos no reconocer las experiencias de vida de nuestros estudiantes, incluidas las experiencias de discriminación, en nuestro intento de tratar a todos por igual, o podemos exacerbar estas diferencias enfocándonos demasiado en ellas y señalando a estos estudiantes en un esfuerzo por incluirlos y hacerlos sentir vistos. Además, esto puede ser muy individual: algunas personas quieren ser vistas y reconocidas como "diferentes" y otras simplemente quieren integrarse. Aquí es donde cobra importancia ver y conocer a cada estudiante como un individuo único, lo cual hablaremos más adelante.

La inclusión también puede entenderse como deconstrucción, refiriéndose a repensar críticamente nuestra comprensión de la "norma" para remodelarla, como se mencionó anteriormente. Lo que debe deconstruirse es lo que produce y reproduce la discriminación, es decir, las narrativas o historias que nos contamos a nosotros mismos y a los demás. Los seres humanos tenemos una necesidad innata de explicar las cosas, los fenómenos y los eventos con la ayuda de historias; son una parte natural de nuestras vidas. Pero las historias pueden ser diferentes y tienen una jerarquía propia: hay historias que dominan nuestra atención y hay historias que a menudo quedan sin ser escuchadas. Probablemente nadie pueda explicar mejor esta dinámica que la autora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie en su charla TED llamada "El peligro de una sola historia".

☍ The Danger of a Single Story


Según Adichie, las historias únicas pueden ser el resultado de un malentendido y/o falta de conocimiento, o bien creadas con la intención maliciosa de oprimir a grupos de personas por una razón u otra. Por ejemplo, la falta de comprensión y conocimiento sobre la neurodiversidad y sus efectos llevó a incontables narrativas de "pereza" alrededor de ella. Un ejemplo de historias creadas con una intención maliciosa serían las teorías eugenésicas no científicas e increíblemente dañinas que surgieron y se difundieron como justificación para la colonización. Desafortunadamente, estas historias perjudiciales que se propagaron en ese entonces todavía existen hoy en día y tienen un gran impacto en las vidas de millones de personas.

Este no es un asunto trivial: escuchar "historias únicas" sobre ti una y otra vez puede llevarte a creerlas, lo que a su vez puede afectar tu propio comportamiento y hacer que pierdas, entre otras cosas, ciertas oportunidades. Por ejemplo, una mujer que, a pesar de su buen rendimiento, no sigue una carrera en STEM porque cree que no puede competir con los hombres en ese campo, ya que le han dicho repetidamente que los hombres supuestamente son naturalmente mejores en ciencias. Las personas que creen en esas "historias únicas" sobre ti y que tienen cierto grado de autoridad, como los educadores, pueden tomar decisiones basadas en esas creencias que pueden tener un impacto negativo igualmente grande en tu vida y tus oportunidades. Un ejemplo: un maestro no recomienda a un alumno para un curso avanzado en una asignatura en la que el alumno es claramente talentoso e interesado porque cree que no lo lograría debido a la situación financiera desfavorecida de los padres del alumno.

Pero, ¿qué podemos hacer al respecto? En primer lugar, es importante preguntarnos, siguiendo la guía de Adichie, cómo se cuentan las historias, quién las cuenta y en qué circunstancias. Hacer una mirada crítica: este es el primer paso hacia la deconstrucción. ¿Son realmente ciertas esas historias? ¿Quién las cuenta y por qué? ¿Sobre qué evidencias se basan? ¿Quién se beneficia de ellas?

El segundo paso es dar voz a las historias más calladas y menos escuchadas para contrarrestar los estereotipos, clichés y malentendidos de las "historias únicas". Esto se puede lograr diversificando los materiales de enseñanza y aprendizaje que utilizas en tu clase y, lo más importante, escuchando activamente e intentando ver las cosas desde otras perspectivas.

Empoderamiento es la tercera forma en que se puede entender la inclusión. Empoderar a alguien significa literalmente darle poder: alentarlo, ayudarlo a ganar confianza en sí mismo. Es importante que los estudiantes se sientan escuchados, comprendidos, creídos y tomados en serio cuando hablan sobre sí mismos, sus problemas y sus experiencias de vida. Se puede lograr convirtiendo el entorno de aprendizaje en un espacio seguro donde todos puedan sentirse cómodos compartiendo experiencias y sus perspectivas sin temor a no ser creídos o a ser discriminados.

Con eso, finalmente hemos terminado con la teoría, lo que esperamos haga un poco más fácil empezar con la práctica:

Materiales adicionales:

☍ Teorías de la Inclusión



2. Evaluación de las Necesidades de Inclusión en el Aula
Ahora, hablemos de la evaluación de las necesidades de inclusión en el aula: ¿Qué es? ¿Cómo se hace? ¿Qué tener en cuenta y qué hacer con los resultados?

Como se mencionó anteriormente, conocer a sus alumnos como individuos es crucial para crear un entorno de aprendizaje inclusivo. Aprendes mucho al interactuar con ellos y verlos trabajar en el aula todos los días. La observación es una herramienta valiosa, pero lleva tiempo, y a veces es más fácil, rápido y confiable simplemente preguntarles a sus alumnos sobre ellos mismos y sus necesidades.

Una de las formas más fáciles de hacerlo es realizar una encuesta al comienzo del curso. Haga a sus alumnos preguntas que les guste responder y que les brinden la información que necesita: ¿Cuál es su nombre preferido? ¿Cuáles son sus pronombres preferidos? ¿Cómo te describirías con 3 palabras? ¿Qué esperas de este curso? ¿Cómo aprendes mejor? ¿Tiene alguna necesidad o requisito de accesibilidad? etc.

La evaluación de necesidades también debe incluir una evaluación de su desempeño y el ambiente de aprendizaje por parte de los alumnos. Un cuestionario anónimo le ayudará a determinar si las necesidades de inclusión en su clase se cumplen posteriormente. Puede darle una indicación de lo que ya hace bien y qué podría cambiar para hacer el entorno de aprendizaje aún más inclusivo.

El enfoque de dicho cuestionario puede variar según sus objetivos y el aspecto de la inclusión en el que desee centrarse. Su objetivo (o uno de sus objetivos) puede ser evaluar el clima del aula:
  • ¿Cómo se sienten tus alumnos en clase?
  • ¿Cómo es su relación entre ellos?
  • ¿Hay algún signo de acoso?
También podrías pedir a tus estudiantes que evalúen la inclusividad de los materiales de enseñanza/aprendizaje o de tus prácticas docentes en general:
  • ¿Se sienten representados?
  • ¿Cómo se reflejan sus experiencias de vida en los materiales?
  • ¿Te ven como alguien en quien pueden confiar?
  • ¿Experimentan tus prácticas docentes como inclusivas?
Aunque es imposible prestar la debida atención a todas las intersecciones en una lista corta de preguntas, un cuestionario como este aún puede proporcionarte información útil.


2.1 Cuestionario: ¿Qué Tener en Cuenta?
El aspecto del anonimato es crucial en este tipo de cuestionarios. Recuerda: hay una dinámica de poder en juego. Como educador, tienes cierto poder sobre tus estudiantes; en algunos casos, los educadores pueden incluso tomar decisiones que impactan el futuro de sus estudiantes. Aunque no sea el caso, el propio estatus puede influir en cómo se comportan tus estudiantes, qué cosas deciden compartir y cuán honestamente están dispuestos a hablar sobre sus experiencias en tu clase. Saber que sus identidades no se asociarán con sus respuestas y que las respuestas permanecerán confidenciales es clave para obtener retroalimentación honesta. Por lo tanto, evita pedir información que pueda revelar la identidad de tus estudiantes, como sus nombres, identificaciones de estudiante o direcciones de correo electrónico. Otra cosa que podría hacer que se sientan como si sus respuestas pudieran rastrearse hasta ellos es su escritura a mano. Para evitar esto, considera no incluir preguntas abiertas en tu cuestionario en papel y optar por preguntas de opción múltiple o de escala Likert (desde totalmente de acuerdo hasta totalmente en desacuerdo), o usar plataformas en línea como Mentimeter, SurveyMonkey, Typeform o Google Forms. No olvides tranquilizar a tus estudiantes asegurándoles que sus respuestas permanecerán anónimas y explíqueles cómo funciona todo, si es necesario. ¡La transparencia ayuda!

Usar un lenguaje respetuoso e inclusivo es igualmente importante para que los estudiantes se sientan seguros al expresar sus opiniones. Más adelante en este módulo recibirás consejos específicos sobre cómo hacerlo.

Hay otras cosas a tener en cuenta al crear un cuestionario. La primera y más importante regla: trata de mantener tus preguntas libres de suposiciones. Se deben evitar preguntas sugestivas que puedan manipular las respuestas de los estudiantes o revelar tu propia opinión sobre el tema o tus expectativas respecto a las respuestas. Además, asegúrate de que las preguntas sean simples y fáciles de entender para evitar que la confusión afecte los resultados.

Los estudiantes con discapacidades pueden tener problemas de accesibilidad que deben ser considerados. Por ejemplo, es posible que necesites ajustar el tamaño de la fuente y el contraste de la pantalla para los estudiantes con discapacidades visuales.

Cuando tengas los resultados, tómate el tiempo para analizarlos e identificar patrones y áreas de mejora. Una vez que hayas identificado las acciones a corto y largo plazo que se pueden tomar para abordar las necesidades y preocupaciones planteadas en la encuesta, estas deben ser especificadas y traducidas en un plan de acción concreto. Importante: el plan debe ser lo suficientemente realista y sostenible como para que realmente puedas cumplirlo. Imperfecto pero alcanzable es mejor que perfecto e inalcanzable.

Recuerda: La retroalimentación debe tomarse en serio, pero no de manera personal. Lo que se critica es el método, que siempre puede adaptarse y mejorar, no al educador como persona. El simple hecho de que te tomes el tiempo y el esfuerzo para escuchar a tus estudiantes y responder a sus preocupaciones demuestra que te importa, y esto no pasa desapercibido para ellos.

Mira estas preguntas: ¿Qué podría estar mal con ellas? (No hay opciones de respuesta disponibles, el lector puede revelar la respuesta correcta cuando lo desee).





2.2 Ejemplos de preguntas para inspirar tu creatividad
Preguntas sobre demografía (Opcionales y Anónimas)
  • ¿Cuál de las siguientes opciones describe mejor tu identidad de género? (Múltiples opciones, incluyendo "Prefiero no decirlo")
  • ¿Cuál de las siguientes opciones describe mejor tu orientación sexual? (Múltiples opciones, incluyendo "Prefiero no decirlo")
Sentimientos de seguridad e inclusión
  • En una escala del 1 al 5, ¿qué tan seguro te sientes al expresar tu verdadera identidad en el aula?
  • ¿Con qué frecuencia te sientes incluido/excluido?
Currículo y representación
  • ¿Sientes que el currículo refleja una amplia variedad de identidades y experiencias? (Sí/No/Algo)
  • ¿Te sientes personalmente representado por el currículo actual?
Interacciones entre compañeros
  • ¿Has sido testigo de acoso o discriminación en el aula? (Sí/No)
  • ¿Has experimentado personalmente acoso o discriminación en el aula? (Sí/No)
Apoyo del profesor
  • ¿Te sientes cómodo/a acercándote a tu profesor/a con preocupaciones sobre la inclusividad? (Sí/No/Algo)
  • ¿Qué crees que necesita nuestra clase para volverse más inclusiva y segura? (Ofrece varias opciones para elegir, deja espacio para su propia respuesta)
Materiales adicionales:

☍ How to promote inclusion in the classroom:

☍ Learning for justice. Recursos para educadores:



3. Tu rol como educador/a
Hemos hablado sobre lo que significa la inclusión y discutido algunos de los métodos que puedes utilizar para identificar las necesidades de inclusión en tu aula. Ahora, desviémonos un poco para hablar sobre la naturaleza humana.
3.1 La necesidad humana de clasificar y organizar
Los seres humanos tenemos tendencias cognitivas básicas, como la categorización y los estereotipos, que nos han ayudado a sobrevivir a lo largo de la historia cuando se trataba de hacer juicios rápidos y eficientes y, en consecuencia, tomar decisiones de alto riesgo. ¿Quién es un amigo y quién es un enemigo? ¿Qué planta es comestible y cuál es venenosa? ¿Qué animal es inofensivo y cuál quiere que sea tu cena? En tiempos remotos, la vida de las personas dependía de responder estas preguntas de manera rápida y correcta y de poner las cosas en cajas etiquetadas como "familiar y seguro" y "extraño y peligroso". Los miembros de diferentes tribus podían reclamar los pocos recursos o traer nuevas enfermedades, por lo que los humanos hicieron todo lo posible por protegerse de tales peligros. Con el tiempo, nuestros cerebros se han adaptado para hacerlo de manera automática

Mucho ha cambiado desde entonces, pero estos mecanismos han permanecido. La verdad es que aún nos ayudan a navegar a través de la vasta cantidad de información que nos rodea, pero también conllevan costos y peligros ocultos. En nuestro mundo moderno, estos mecanismos a menudo conducen a prejuicios y discriminación, ya que seguimos categorizando y estereotipando a las personas, a menudo basándonos en su apariencia (entre otras cosas), lo que nos proporciona información sobre su raza, género, estatus social y mucho más. Al hacer esto, corremos el riesgo de reducirlas a meras etiquetas e ignorar la complejidad total de su individualidad y experiencia.

Categorizar y estereotipar es algo que todos hacemos, incluso aquellos de nosotros que creemos que no lo hacemos. No hay vergüenza en ello: sucede de forma automática, inconsciente e inmediata. Tal vez lo hayas notado tú mismo: si este proceso no puede completarse por alguna razón, nos irritamos. Por ejemplo, las personas que no encajan inmediatamente en las categorías binarias de "hombre" o "mujer" pueden, a veces, provocar esta reacción en los demás: surge irritación porque el proceso de categorización no puede completarse. Al igual que un ordenador que lucha con una tarea computacional, nos resulta difícil tratar con cosas que no encajan en cajas preexistentes. Como resultado, surge el impulso de completar la categorización, lo que puede llevar a personas menos consideradas a invadir la privacidad de la persona y hacer preguntas incómodas que inevitablemente les harán sentirse incómodos.


3.2 Sesgos implícitos y explícitos
Y hay aún más capas por desentrañar en nuestro pensamiento, ya que los sesgos cognitivos también juegan un papel aquí. Por ejemplo, tendemos a buscar, interpretar y favorecer la información de una manera que confirme o refuerce nuestras creencias preexistentes; el llamado sesgo de confirmación. Cuando conocemos a una nueva persona contra la que tenemos prejuicios inconscientes o conscientes basados únicamente en su apariencia, antes incluso de conocerla como individuo, automáticamente buscamos características y comportamientos que confirmen nuestros estereotipos sobre el grupo al que pertenece.

Como si eso no fuera suficiente, hay una multitud de factores que influyen en la forma en que vemos el mundo y a otras personas sin que nos demos cuenta. Qué tan privilegiados somos, qué experiencias hemos tenido en la vida, qué medios consumimos, qué piensan las personas que nos rodean, y así sucesivamente: todo esto nos predispone a ciertas opiniones y puntos de vista, si no reflexionamos sobre nosotros mismos y nuestras creencias.

Los educadores, lamentablemente, no somos una excepción. Sin embargo, lo que nos diferencia de la mayoría de las personas es el hecho de que tenemos poder en nuestras aulas, y estos procesos cognitivos, si no se controlan ni supervisan, pueden ser perjudiciales para el éxito y el bienestar de nuestros estudiantes. Por lo tanto, necesitamos reflexionar sobre nuestros prejuicios y desafiar nuestras actitudes de manera consciente. La forma en que nos comportamos con otras personas, cómo damos las calificaciones, cómo prestamos atención o explicamos las cosas puede estar fuertemente influenciada por nuestros sesgos. Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? Las respuestas están en la conciencia y la autorreflexión crítica, en una actitud abierta, en la empatía y en la autoeducación continua.

El primer paso para superar los sesgos es ser consciente de nuestros prejuicios, pensamientos y sentimientos personales. Es importante reflexionar sobre nuestras propias creencias y actitudes. ¿Puedes identificar algún prejuicio que puedas tener? ¿De dónde vienen? ¿Cómo se manifiestan en tu vida diaria? Los sesgos pueden ser explícitos e implícitos. Mientras que el sesgo explícito implica actitudes y creencias conscientes de las que somos conscientes y que podemos controlar, el sesgo implícito se refiere a actitudes o estereotipos inconscientes que influyen en nuestra comprensión, acciones y decisiones.

Por lo general, es bastante difícil saber qué sesgos implícitos tenemos y cuáles no, si no recordamos una situación específica en la que pudiéramos reconocerlos al analizar nuestros pensamientos y acciones en ese momento. Si tienes dudas, existen herramientas que pueden ayudarte a explorarlos. Aquí puedes acceder y probar una prueba diseñada específicamente para este propósito:

☍ https://implicit.harvard.edu/implicit/takeatest.html

Busca retroalimentación de otras personas con diferentes antecedentes, identidades y áreas de experiencia. El cuestionario del que hablamos en el capítulo anterior podría ser un buen punto de partida. Esto te permite descubrir cómo te ven tus estudiantes y qué cosas notan sobre ti que tal vez no notes tú mismo.


3.3 ¿Qué se puede hacer?
Una vez que hayas identificado tus sesgos, cuestiona-los exponiéndote a diferentes perspectivas, experiencias e información que contradigan o amplíen tus puntos de vista actuales. ¿Qué "historias únicas" afectan tu percepción? ¿Quién las está contando y con qué propósito? ¿Alguna vez has escuchado la otra perspectiva, que quizás es un poco menos ruidosa?

No esperes que las minorías te enseñen sobre sus problemas, sé proactivo y comienza con la información que ya está disponible para ti. Interactúa y escucha las historias y experiencias de personas de minorías. Esto puede ser a través de interacciones personales, leyendo memorias, viendo documentales o siguiendo a activistas o defensores de minorías en redes sociales. La próxima vez que quieras leer un libro o ver una película, considera elegir algo escrito o producido por un autor de una minoría. Esta es una buena manera de obtener una nueva perspectiva y ampliar cualquier "historia única" que puedas tener. Aquí tienes algunas recomendaciones para ti:

Books:
Tomorrow Will Be Different by Sarah McBride | ISBN-13 = 978-1524761479
Sister Outsider by Audre Lorde | ISBN-13 = 978-3-446-26971-2


Como educador, tienes el poder de usar tu privilegio para abordar las desigualdades e injusticias en tu aula y mostrar tu apoyo a los grupos marginados. En otras palabras, está en tus manos convertirte en un buen aliado para ellos.

Lo que diferencia a los buenos aliados de los malos es su disposición a tomar acciones concretas para apoyar y abogar por el cambio. Mientras que los malos aliados actúan de manera performativa y tienen una actitud despectiva hacia los comentarios, los buenos aliados escuchan activamente y aprenden de las experiencias de los grupos marginados, amplificando las voces de aquellos a quienes apoyan en lugar de anularlas. Reconocen y utilizan su privilegio para generar cambios reales y positivos.

Los malos aliados a menudo utilizan a personas de grupos marginados como símbolos para hacer que ellos mismos parezcan moralmente correctos, en lugar de apoyarlos genuinamente. "Tokenizar" a alguien significa incluir a un miembro de un grupo marginado de manera superficial o simbólica, a menudo para dar la apariencia de diversidad e inclusión. Es cuando no se producen cambios positivos en un sistema o institución, pero se resalta la presencia de personas marginadas (que probablemente tuvieron dificultades para ingresar a ella debido a su estatus marginal) para hacer que la institución parezca amigable con las minorías, a costa de estas personas. Desafortunadamente, sigue siendo una práctica bastante común.

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Existen formas en las que puedes y debes señalar tu apoyo a los grupos marginados frente a tus estudiantes. Creemos que es importante porque contribuye a crear un ambiente de inclusión y seguridad en tu aula (volveremos a este tema en capítulos posteriores). Por ejemplo, puedes señalar tu apoyo utilizando un lenguaje inclusivo, compartiendo tus pronombres preferidos, mostrando folletos y carteles con temas LGBTQIA+, colgando la bandera del orgullo en tu aula y fomentando y apoyando iniciativas lideradas por los estudiantes que promuevan la diversidad, la equidad y la inclusión.


4. Lenguaje Inclusivo
Es hora de hablar sobre el lenguaje inclusivo y cómo utilizarlo. El objetivo principal del lenguaje inclusivo es evitar palabras y frases que discriminen o excluyan a grupos de personas según su raza, género, estatus socioeconómico, discapacidad, orientación sexual y otros marcadores de identidad. Es una forma de comunicación que reconoce la diversidad, transmite respeto a todas las personas, es sensible a las diferencias y promueve oportunidades equitativas.




No es una sorpresa que el lenguaje moldee e influya en la forma en que pensamos. Tomemos como ejemplo la influencia del masculino genérico en nuestro pensamiento. El masculino genérico se refiere al uso de sustantivos y pronombres masculinos para referirse a todos los géneros o a individuos cuyo género es desconocido o no especificado. El uso del masculino genérico ha sido objeto de numerosos estudios en muchos idiomas con marcas de género, y se encontró siempre que genera representaciones masculinas. En otras palabras, cuando escuchamos "policías" o "presidentes" en masculino, automáticamente pensamos en hombres, incluso cuando estas palabras pretenden incluir a todos los géneros.

Los estudios han demostrado que el uso del masculino genérico en comparación con un lenguaje inclusivo en anuncios de empleo puede tener un impacto negativo en la disposición de mujeres y personas no binarias a postularse para los puestos. La razón de esto es que el sesgo masculino del lenguaje genera incertidumbre sobre si el empleador busca exclusivamente hombres o empleados de cualquier género.

Este efecto también se ha observado en niños de primaria. Hay estudios en los que se les dieron títulos de trabajos utilizando un lenguaje neutral en cuanto al género o el masculino genérico junto con la descripción del puesto, y luego se les preguntó si podían imaginarse desempeñando ese trabajo en el futuro. Los resultados mostraron que las niñas tenían más probabilidades de imaginarse en profesiones "típicamente masculinas" cuando estas se presentaban en lenguaje inclusivo (por ejemplo, "agente de policía" en lugar de "policía" en masculino).

Esto demuestra que, a pesar de la buena intención de utilizar el masculino genérico para incluir a todas las personas, este aún nos hace pensar en hombres, mientras que el lenguaje neutral en cuanto al género es mucho más efectivo a nivel cognitivo para lograr la inclusión. Pero, ¿cómo usarlo? Es bastante sencillo: dirigirse a los alumnos con términos como "personas", "todos" o "todas las personas" es más inclusivo que usar "chicos". Usar términos como "pareja", "cónyuge" o "persona significativa" en lugar de "marido/novio" y "esposa/novia" si no se conoce el género de la pareja o la orientación sexual de la persona con la que se habla es preferible. Los títulos de trabajo neutrales, como "presidente/a", "bombero/a", "asistente de vuelo", "agente de policía" y "vendedor/a" son mucho más inclusivos que "presidente (en masculino)", "bombero (en masculino)", "azafata", "policía (en masculino)" y "vendedor (en masculino)" si no se habla de una persona específica cuya identidad de género se conozca. Considera usar "elle/ellos" al referirte a alguien cuyo género sea desconocido o para incluir todos los géneros.




Ten cuidado de evitar términos despectivos y jerga ofensiva. Abstente de usar palabras que tengan una connotación peyorativa. Considera usar un lenguaje centrado en la persona, como "un estudiante con autismo" en lugar de "un estudiante autista" o, peor aún, "autista". Esto ayuda a evitar que tus estudiantes se sientan reducidos a su autismo. El término "autista" como sustantivo implica que el autismo define a la persona, mientras que usar "un estudiante con autismo" enfatiza que el autismo es solo una de las muchas características de la persona.

Lo mismo se aplica a palabras como "homosexuales". Usar "homosexuales" puede sonar deshumanizante y cosificante, no solo porque reduce a las personas a su orientación sexual, sino también porque el término tiene una connotación negativa, habiendo desempeñado un papel en la literatura médica discriminatoria. Optar por términos como "gay" o "lesbiana" es más respetuoso.

Como se mencionó en los módulos anteriores, debes dirigirte a los estudiantes por sus nombres y pronombres preferidos. Los nombres son una parte esencial de nuestra identidad, y usar el nombre elegido por el estudiante y su pronunciación correcta es una forma sencilla de demostrarles que los respetas y aceptas.

No te preocupes si cometes algún error, equivocarse es parte del proceso. ¡Lo que realmente importa es tu esfuerzo constante y tu disposición para aprender!

Extra materials:

Estudio: Explorando el Inicio de una Interpretación Sesgada hacia lo Masculino de los Genéricos Masculinos entre Niños de Jardín de Infancia de Habla Francesa

☍ frontiersin.org

Estudio: Recordar No Suele Ser Suficiente: Superando la Dominancia Masculina del Masculino Genérico

☍ journals.sagepub.com

Estudio: ¡Sí, puedo! Efectos de las descripciones de trabajos con lenguaje de género inclusivo en la percepción infantil sobre el estatus laboral, la dificultad del trabajo y la autoeficacia vocacional.

☍ researchgate.net

Estudio: Cambiando las (S) expectativas: Cómo las descripciones de trabajos con lenguaje de género inclusivo impactan las percepciones e intereses de los niños respecto a las ocupaciones tradicionalmente masculinas.

☍ sciencedirect.com



5. Espacios inclusivos
El término "espacio seguro" se usó durante un tiempo antes de que se hiciera evidente que puede ser bastante engañoso. Este término se utiliza para describir un espacio físico o percibido que está libre de discriminación y violencia, lo que presupone que tal espacio puede existir y ser absoluto. Aquí es donde se vuelve engañoso: incluso en los espacios seguros puede haber discriminación, prejuicios, estereotipos y violencia. El término "espacio más seguro" es un término más reciente acuñado para abordar este problema y resalta la relatividad de la seguridad: significa algo diferente para cada persona. No todos se sentirán seguros en el mismo entorno y, a pesar de nuestras mejores intenciones, a veces no somos conscientes de ciertos problemas y podemos ser, sin querer, insensibles.

Crear un espacio seguro significa crear un entorno donde todos puedan sentirse lo suficientemente cómodos como para expresarse y compartir experiencias sin temor a la discriminación o al juicio. Esto es particularmente importante en la educación, ya que los estudios han demostrado una y otra vez que el estrés crónico y los problemas de salud mental no abordados tienen un impacto negativo en el rendimiento académico de los estudiantes. En otras palabras, apren

Crear un espacio más seguro significa crear un entorno en el que todos puedan sentirse lo suficientemente cómodos para expresarse y compartir experiencias sin temor a la discriminación o el juicio. Esto es particularmente importante en la educación, como han demostrado una y otra vez los estudios: el estrés crónico y los problemas de salud mental no tratados tienen un impacto negativo en el rendimiento académico de los estudiantes. En otras palabras, el aprendizaje puede convertirse en una lucha inútil cuando estás estresado y/o no te sientes seguro.


5.1 Haciendo el Espacio Físico Más Seguro
Hablemos primero del espacio físico. Ya hemos mencionado cómo puedes decorar tu aula para crear una atmósfera de inclusión y seguridad: colgando la bandera del Orgullo, exhibiendo folletos informativos, etc. Además, puedes usar carteles y pegatinas que indican el estatus de "espacio más seguro" de tu aula.

Incluso cosas simples y básicas, como la disposición de las mesas, pueden contribuir a una atmósfera más amigable y abierta. Los estudios muestran que la distribución de los asientos en el aula tiene un impacto en el aprendizaje, la motivación, la participación y la relación entre los estudiantes y entre los estudiantes y los profesores.

Por ejemplo, un aula tradicional con filas de asientos orientados en la misma dirección hará que los profesores pasen más tiempo dando conferencias y los estudiantes se involucren menos activamente con el material de aprendizaje y entre ellos. En contraste, las disposiciones de asientos en mesas redondas o en forma de herradura hacen que los profesores y los estudiantes participen más en actividades de aprendizaje activo, lo que lleva a mejores resultados de aprendizaje y a la formación de más amistades. Esto reduce parte del miedo de los estudiantes a expresarse y participar en una discusión.

Existen muchos eventos internacionales que valen la pena tener en cuenta. Es una buena idea marcar los Días Internacionales de Concienciación en tu calendario y usarlos como una oportunidad para sensibilizar sobre temas específicos, proporcionando información a tus estudiantes e informándoles sobre las oportunidades de apoyo. Aquí hay algunos días de concienciación para tener en cuenta:
Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial 21 de marzo
Día Internacional de la Visibilidad Transgénero 31 marzo
Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia 17 mayo
Día Internacional de las Personas Mayores 1 octubre
Día Internacional de la Tolerancia 16 de noviembre
Día Internacional de las Personas con Discapacidad 3 de diciembre
Día de los Derechos Humanos 10 de diciembre/td>

En las páginas web oficiales de las Naciones Unidas y la UNESCO encontrarás calendarios y materiales informativos sobre los Días de Concienciación que puedes usar para educarte tanto a ti como a tus estudiantes.

☍ un.org

☍ unesco.org


Considera decorar tu aula de acuerdo con los días de concienciación para celebrarlos: todas estas cosas harán que el espacio físico del aula se sienta más acogedor.


5.2 Espacio percibido como seguro
Para crear un espacio percibido como seguro, hay varias cosas a las que debes prestar atención. En primer lugar, reconoce que tus acciones y palabras pueden tener un impacto no intencionado en los demás, y sus sentimientos son válidos, independientemente de tus intenciones; esto también se aplica a tus estudiantes. Se deben respetar los límites físicos y emocionales de todos los involucrados en el proceso educativo. Si alguien cruza un límite, hazle saber, pero no asumas automáticamente malas intenciones: todos estamos aprendiendo, y cometer errores es parte del proceso.

Este consejo también tiene una relevancia más amplia: debemos evitar hacer suposiciones sobre los demás en general. Ten cuidado de no asumir la identidad de género, la preferencia sexual, el estado de salud o económico, la religión, el origen, las creencias, etc., de alguien. Muchas discapacidades son invisibles, al igual que las luchas de las personas que las viven. Toma a alguien que lidia con el TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad): el gran esfuerzo que estos estudiantes tienen que hacer para mantenerse al día con los demás se oculta tras la apariencia de falta de motivación o pereza. Hay personas que tienen que trabajar el doble solo para parecer "como todos los demás": no devalúes sus esfuerzos. Hay estudiantes LGBTQIA+ que aún están descubriéndose o que no están listos para salir del armario por miedo al juicio, y no deberían ser excluidos de las oportunidades de apoyo solo porque se supone que no forman parte de la comunidad LGBTQIA+. De esta manera, podrías ponerlos en la incómoda posición de tener que preguntar, y por lo tanto, revelar información sobre ellos mismos que aún no están listos o dispuestos a compartir.

Esto nos lleva al siguiente punto importante: asegúrate de mantener la confidencialidad y proteger la información personal de los estudiantes. No presiones a nadie para responder preguntas personales con las que no se sientan cómodos, y mantén en confidencialidad lo que te cuenten. Lo que elijan o, a veces, tengan que compartir contigo no te corresponde compartirlo con otros, incluyendo su familia y amigos. No supongas que alguien ya conoce dicha información basándote en tu percepción de su relación con esa persona.

La información personal como esa puede incluir su discapacidad, su historia de género, incluidos los "nombres muertos" (el nombre de nacimiento que una persona transgénero ya no usa después de la transición), orientación sexual, etc. Revelar estas cosas sin consentimiento puede tener consecuencias impredecibles para la persona en cuestión, siendo la pérdida de confianza en ti, lamentablemente, la menos grave de ellas.

Dicho todo esto, ¡no olvides cuidar de ti mismo y de tu propia seguridad también! Si perteneces a una minoría, no te sientas obligado a compartir con tus estudiantes cosas sobre ti y tus experiencias de vida si eso te resulta incómodo.

Materiales adicionales:

Estudio: Factores asociados con el rendimiento académico de estudiantes de minorías sexuales y de género y estudiantes heterosexuales cisgénero.

☍ oro.open.ac.uk

Distribución de los asientos en el aula

☍ poorvucenter.yale.edu

Espacio seguro y espacio más seguro: la diferencia.

☍ queer-lexikon.net

Directrices para un espacio más seguro.

☍ mentalhealthcommission.ca



6. Materiales didácticos inclusivos
Promover la inclusión y la concienciación al representar la diversidad en tus materiales de enseñanza y aprendizaje es una herramienta increíblemente poderosa que beneficiará a todos en tu clase. Esto no solo ayudará a los estudiantes de diferentes orígenes y con diferentes necesidades a tener éxito, sino que también proporcionará una imagen mucho más precisa del mundo increíblemente diverso en el que vivimos, fomentando así la aceptación y el entendimiento. La exposición a diversas perspectivas nos anima a pensar críticamente sobre diferentes puntos de vista y desarrollar una comprensión más completa del mundo.

Los materiales didácticos inclusivos son cruciales para los aspectos emocionales, cognitivos y sociales del aprendizaje. Cuando los estudiantes se ven representados en los materiales de clase, es más probable que se involucren y se motiven a participar activamente en las actividades del aula. La representación promueve un sentido de pertenencia y brinda a los estudiantes la sensación de ser una parte valiosa de la comunidad educativa. Esto puede aumentar su bienestar general y reducir los sentimientos de alienación o marginación.

Los materiales que reflejan la identidad y las experiencias de los estudiantes pueden hacer que el contenido sea más fácil de entender y, por lo tanto, retener. Además, presentar diferentes modelos a seguir en los materiales didácticos puede ofrecer a los estudiantes la oportunidad de verse a sí mismos en roles distintos, que de otro modo parecerían inalcanzables, ampliando así sus aspiraciones y objetivos.

Cada estudiante es único. Para comprender y promover efectivamente la inclusión y la conciencia, los educadores deben reconocer los diversos tipos de diversidad presentes en sus aulas. Esto incluye entender las intersecciones como raza, género, orientación sexual, idioma, estatus socioeconómico, etc., y cómo interactúan entre sí, como se trató en otros módulos. Un enfoque interseccional es esencial para lograr nuestro objetivo de diversificar de manera efectiva los materiales de enseñanza y aprendizaje. Así que, el primer paso que debes dar es conocer a tus estudiantes, lo cual ya hemos discutido en el capítulo sobre la evaluación de las necesidades de inclusión. ¡Como puedes ver, conocer a tus estudiantes es la piedra angular de cualquier mejora en la inclusión en tu aula!

El siguiente paso es evaluar tus materiales actuales de enseñanza y aprendizaje para determinar la necesidad de mejora. Primero, ten en cuenta los comentarios de tus estudiantes. Segundo, analiza tus materiales desde la perspectiva de las diferentes intersecciones. Aquí hay algunas preguntas que pueden ayudarte:
  1. ¿Reflejan tus materiales diferentes orígenes culturales y étnicos?
  2. ¿Incluyen los materiales que utilizas diversas orientaciones sexuales y estructuras familiares?
  3. ¿Cómo se representa el género? ¿Se presenta como un binario o como un espectro? ¿Se representan a mujeres, personas no binarias y personas transgénero en diferentes roles y contextos para evitar los estereotipos?
  4. ¿Se representan a personas con discapacidades? ¿Cómo se enmarca su discapacidad?
  5. ¿Notas alguna descripción o representación estereotipada? ¿Se representan múltiples perspectivas sobre el mismo tema en tus materiales?
Es una tarea difícil, pero a menudo importante, reconocer las deficiencias no solo en tus propios materiales, sino también en los libros y los planes de estudio que te presentan. No son necesariamente perfectos en términos de diversidad e inclusión. No dudes en modificar o omitir los materiales que no cumplan con el criterio de diversidad.


6.1 Trabajar con lo que tienes
Dependiendo de la asignatura, a veces no tendrás más opción que introducir textos históricos y materiales en tu clase que pueden incluir lenguaje ofensivo, como insultos raciales y étnicos, retórica anti-LGBTQIA+ y otras referencias despectivas o deshumanizantes que reflejan las realidades históricas del período en el que fueron creados. Si ese es el caso, advierte a tus estudiantes antes de proceder con ese material. Enfatiza el hecho de que es un producto de su tiempo y, por lo tanto, contiene términos despectivos relacionados con identidades minoritarias que ya no deben ser usados. Deja clara tu posición sobre este tema: no tolerarás el uso de esos términos en el espacio de tu aula.

Existen formas de compensar el material histórico controvertido como este. Por ejemplo, puedes ampliar una lección de historia hacia el mundo más allá de la historia y la cultura del país en el que vives. Puedes usar referencias y analogías a otras culturas en tus lecciones y asignaciones. Esto mostrará que las perspectivas sobre ciertos temas no han sido las mismas en todo el mundo y permitirá que los estudiantes de diferentes orígenes culturales se relacionen personalmente con el tema de la discusión. Otra excelente estrategia es invitar a diferentes oradores y activistas a aportar perspectivas diferentes y contextos del mundo real a los diferentes temas. Trata de incluir siempre múltiples perspectivas sobre un tema dado para fomentar el pensamiento crítico y la empatía, especialmente si este tema está relacionado con cuestiones sociales. Anima a los estudiantes a involucrarse críticamente con el material, cuestionando y discutiendo la diversidad de perspectivas presentadas.

No es raro que los educadores sientan la necesidad de adoptar un enfoque estricto y controlador para gestionar su aula. Sin embargo, las lecciones más valiosas a menudo se aprenden a través de las propias experiencias de los estudiantes, por lo que permitir algo de libertad para explorar en el curso ayuda a establecer una conexión más profunda con el material. Las tareas grupales también son una excelente manera de exponer a los estudiantes a diferentes perspectivas dentro del grupo y darles la oportunidad de investigar y resolver problemas juntos.


6.2 Evitando la reproducción de estereotipos
Hay temas que deben ser abordados por los educadores. La desigualdad y el desequilibrio de poder son asuntos increíblemente difíciles de tratar, especialmente desde una posición privilegiada, pero es importante que los estudiantes vean que sus educadores son conscientes de la desigualdad y la abordan activamente. Para hablar sobre la desigualdad, puedes usar ejemplos de la historia, de eventos actuales o de escenarios hipotéticos. Utilizar ejemplos de la vida real con los que los estudiantes puedan relacionarse es obviamente más efectivo, ya que puede mejorar su comprensión y ayudarles a ver estos problemas como algo actual y relevante, en lugar de verlos como reliquias del pasado (como muchas veces se ven, por ejemplo, los temas relacionados con las mujeres). Si el tema de tu lección se presta bien para abordar la desigualdad, considera ampliar tus materiales para incluir esta discusión mencionando historias y ejemplos relevantes.

Lo que debes evitar a toda costa es la reproducción de los estereotipos y la desigualdad que estás abordando. Considera los siguientes dos ejemplos:


    Case 1
    Una profesora mayor habla a una clase de jóvenes adultos sobre la misoginia. Les presenta estereotipos sobre las mujeres que ella cree que deben ser abordados y desmentidos, pero los estudiantes parecen confundidos: parece que nunca han oído hablar de esos estereotipos antes. Se escucha a algunos estudiantes riendo en la clase. Un estudiante piensa: "Oye, puede que haya algo de verdad en lo que acaba de decir", ignorando por completo los intentos de la profesora de refutar los estereotipos introducidos. Otros estudiantes empiezan a expresar más estereotipos misóginos sobre las mujeres. Las estudiantes mujeres se sienten incómodas y molestas.


Aquí tienes un ejemplo de la reproducción no intencional de estereotipos en el aula. La profesora es mujer, probablemente feminista, y sus intenciones eran, sin duda, buenas. Tal vez ha experimentado personalmente todas las cosas negativas de las que habla y solo quería ayudar a la nueva generación de mujeres al abordarlas. Pero, ¿dónde estuvo el error?

Los estereotipos no solo surgen, cambian y desaparecen, sino que también dependen del contexto socioeconómico e histórico de un país o región en particular. Los estereotipos sobre mujeres blancas diferirán de los estereotipos sobre mujeres de color, al igual que los estereotipos sobre mujeres de diferentes clases económicas (de ahí el enfoque interseccional). También diferirán de un país a otro. Los estereotipos que tienen las personas mayores serán distintos a los de las personas más jóvenes, ya que han crecido en contextos históricos diferentes. Por lo tanto, no debes asumir que tú y tus estudiantes están conscientes de los mismos prejuicios. Expresarlos de la manera en que lo hizo la profesora en nuestro ejemplo permite que estereotipos olvidados cobren nueva vida en la mente de las personas.

Una mejor idea sería presentar a los estudiantes con una tarea o una situación que ponga de manifiesto lo que realmente piensan, algo que podría irritar su visión del mundo. Por ejemplo, un texto que subvierta sutilmente los roles de género y haga que el lector crea que ya sabe los géneros de los personajes basándose en ciertos rasgos mucho antes de que se revelen, o que lo haga dudar constantemente de sus suposiciones a lo largo del texto, solo para subvertir sus expectativas al final. Este momento de irritación causado por esta expectativa subvertida podría usarse para desencadenar la autorreflexión en tus estudiantes. La discusión podría seguir con las siguientes preguntas: ¿Qué te llevó a pensar así? ¿Por qué? ¿Esta idea refleja realmente la realidad?

Otro punto importante a recordar: abordar los estereotipos de esa manera y hacer que las personas piensen críticamente sobre sus propias creencias es muy útil, pero ¡no olvides también empoderar a los representantes del grupo marginado del que estás hablando que estén en tu clase! Ahora, pasemos al siguiente caso de reproducción no intencional de estereotipos:


    Case 2
    Un maestro planea abordar el tema de las personas asexuales en clase. La mayoría de sus alumnos no parece haber oído hablar de esta orientación sexual, y mucho menos haber reflexionado sobre ella. El maestro dice algunas palabras sobre lo que significa la asexualidad y continúa con los estereotipos sobre las personas asexuales y las formas en que a menudo son malentendidas, presentando más tarde información que demuestra por qué esos estereotipos no tienen base. La clase termina y los alumnos salen del aula. Aunque el maestro ha hecho su mejor esfuerzo por transmitir la información necesaria, no pueden dejar de sentir que la asexualidad es algo inherentemente extraño. Se puede oír a los estudiantes seguir discutiendo las cosas negativas sobre las personas asexuales que escucharon en clase.


Aquí tienes otro ejemplo de reproducción no intencionada de estereotipos. Los estudiantes no sabían nada sobre la asexualidad, ni la verdad ni los conceptos erróneos. Comenzar la discusión introduciendo los mitos sobre la asexualidad a personas que no sabían nada al respecto no fue necesario ni una buena idea: lo primero que escuchas (especialmente si es algo negativo) es lo que más se graba. Las malas asociaciones iniciales permanecerán, sin importar lo que venga después.

El profesor definitivamente debería haber comenzado la lección con una discusión abierta y haber preguntado a los estudiantes qué sabían, para luego presentarles la información sobre la asexualidad y las experiencias de las personas asexuales. Los conceptos erróneos y malentendidos que probablemente surgirán durante la presentación y discusión deberían abordarse en el momento: sin embargo, deben surgir de los estudiantes como resultado de su participación activa con el nuevo concepto y no ser introducidos por el educador.

Imagina que hay una persona asexual en esta clase que aún no se ha "salido del armario". ¿Cómo se sentiría durante la clase o inmediatamente después de escuchar las discusiones de sus compañeros? Es probable que se sienta incómoda, alienada e insegura. Como educadores, queremos evitar tales situaciones.

Al abordar temas e issues que afectan a las minorías, es importante recordar que tú, como persona y educador, no existes en un vacío y no puedes pretender tener una posición perfectamente neutral. Esto no significa que seas una mala persona ni que no puedas abordar estos temas a menos que tú mismo pertenezcas al grupo marginado sobre el que quieras hablar. Deja claro a tus estudiantes que eres consciente de tu propio privilegio y asegúrate de que tus conocimientos y fuentes provengan de los representantes del grupo marginalizado en cuestión: autores, académicos, periodistas o activistas. Si tienes representantes de este grupo en tu clase, hazles saber que no pretendes saber más que ellos y que estás abierto a aprender más.

Lamentablemente, es una concepción común pensar que hablar sobre la homofobia, la transfobia, el sexismo, el racismo, etc., contribuye a su existencia. Es decir, algunas personas creen que si no hablamos de estos temas, eventualmente desaparecerán, lo cual, lamentablemente, es un cambio que no se puede lograr a través del silencio. Algunos educadores son reacios a hablar sobre la discriminación porque no quieren que sus estudiantes "descubran" que hay personas en el mundo que pueden no gustarles por lo que son. Pero esta preocupación es infundada: esto no será una noticia de última hora para ellos. Sin embargo, lo que sí será un problema es negar a tus estudiantes la oportunidad de obtener los recursos, empoderamiento y apoyo que necesitan para enfrentar las realidades en las que vivimos actualmente. No tengas miedo de plantear estos temas y preguntas en tu aula, las estrategias descritas anteriormente te ayudarán en esta tarea. Materiales adicionales:

La importancia de la diversidad y la conciencia multicultural en la educación.

☍ drexel.edu

Recursos para Desarrollar un Aula Inclusiva LGBTQIA+

☍ glsen.org

Reflexionando sobre la Educación Anti-sesgo en Acción

☍ antibiasleadersece.com




7. Revisión de la Lista de Verificación, Reflexión
Aquí tienes una lista de verificación para recordarte todo lo que has aprendido en este módulo. Marca los puntos si crees que los has completado con éxito.
  • Comprendo qué significa inclusión y cómo se diferencia de la asimilación y la integración.
  • Comprendo las funciones de la inclusión.
  • Sé a qué prestar atención al evaluar las necesidades de inclusión en clase.
  • Sé qué plataformas puedo usar y tengo ideas para preguntas.
  • Aprendí formas de reflexionar sobre mí mismo como educador.
  • Sé qué es el lenguaje inclusivo y cómo usarlo.
  • Sé qué pasos tomar para crear un espacio más seguro en mi clase.
  • Aprendí a hacer mis materiales de enseñanza más inclusivos.
  • Sé cómo evitar reproducir estereotipos.
Preguntas de reflexión
  1. ¿Qué significa la inclusión para ti personalmente? ¿Qué métodos utilizas para hacer que tu aula sea inclusiva? ¿Qué métodos descritos en este módulo podrías imaginar usar en tu clase?
  2. Piensa en los sesgos implícitos que podrías tener. ¿De dónde provienen? ¿Cómo influyen en tu vida como educador? ¿Cómo podrías minimizar esta influencia?
  3. ¿Describirías tus materiales de enseñanza como diversos e inclusivos? ¿Qué cambios les harías para mejorar el aspecto de inclusión?